1. Tema: inspiración de ideas y puesta en marcha.
• Prepara un bolígrafo y un cuaderno.
• Recolecta diversos planteamientos para el cuento. Si tu mente no está creativa, puedes tomar como referencia experiencias personales, cercanas o conocidas.
• Elige las ideas que vayas a incluir.
• A través de una oración o palabra, elabora un breve resumen sobre lo va a tratar. Por ejemplo: «La hormiga y el invento que da la vuelta el suelo» o «Naturaleza».
• Organiza tu propuesta y piensa cómo va a comenzar. Dale una introducción.
• Si tienes toda la historia pensada, realiza un storyboard o guion gráfico —ilustraciones o ideas— para ayudarte a ti mismo a desarrollar ese relato y crear su estructura.
2. Escenario: lugar y época donde se desarrollan tus ideas.
• El tema puede dar pie a escoger, de forma más sencilla, el escenario donde se va a representar tu planteamiento.
• ¿Dónde quieres que tenga lugar tu historia?
• ¿Cuándo pretendes que suceda?
3. Personajes: quiénes aparecerán en tu cuento.
• Crea una serie de personajes para darle vida a tu relato. Evita que sean demasiado planos y/o que se parezcan mucho entre sí.
• Diferencia a los personajes principales de los secundarios.
• Describe sus características: cómo son (físico, personalidad, pensamientos, acciones, forma de vida...).
• Cuanto más completos sean los personajes, más amplio será su papel dentro de la historia.
4. Conflictos: nudo o problemas que puedan surgir.
• Para que tu cuento no se haga pesado, propón una serie de problemas para tu personaje y dale drama al relato. De esta forma, el personaje tendrá que actuar.
• Puedes sentirte identificado con ese conflicto o hacer que el lector también se reconozca a raíz del problema.
• Para atraer aún más la atención, añade más conflictos a los anteriores para crear momentos de tensión. Incluso, puedes agregar personajes nuevos que se relacionen con esos dilemas.
• Considera qué hechos o acciones serán los indicados para resolver el problema.
5. Resolución: desenlace del conflicto.
• Para acabar con el relato es preciso resolver los problemas de los personajes de la historia.
• El final debe ser verosímil y natural.
6. Repaso del cuento.
• Una vez acabado, lo conveniente es dar un repaso del cuento para corregir los posibles fallos y ver que no ha quedado nada por escribir.
7. Título.
• Realizados los pasos anteriores, es hora de pensar un título llamativo que capte la atención del lector y que represente lo que se ha escrito.
Pese a la opinión de muchos, no es necesario saber lo que va a ocurrir en todo momento, o seguirlo al pie de la letra, por lo que, mientras escribes, es bueno cambiar algo en el último instante. De esta manera, la historia sorprenderá al propio escritor mientras la desarrolla y al lector mientras la lee.
Asimismo, estas claves pueden servir de apoyo para abordar la estructura y el contenido de vuestro relato. No se trata de realizar un cuento de ensueño de primeras, pero sí servirán para emprender el viaje de la hoja en blanco y construir, poco a poco, un mundo donde plasmar tu imaginación. Ahora eres tú, autor, quien decide la forma que tiene que tomar tu historia.
¿Preparado para escribir tu cuento?