Javier Cabrera (Islas Canarias, 1953)
Poeta, con 14 poemarios publicados, los últimos: Exilios (2000); Sahaduras (2002); Hamus (2006); Huracán la luz (Cuba, 2006); Arder el agua (2014); Intemperie (Uruguay, 2019); Europa en invierno (2022) e Índices (Madrid, 2023). Ha obtenido varios premios en poesía y edición. Parte de su obra consta en diversas antologías y compilaciones de distintos ámbitos, tanto nacionales como internacionales. Antólogo y compilador, con ocho libros publicados, los últimos: La poesía no se detiene. Antología. Antonio Hernández Pérez (2007); Coplas canarias a la memoria de Federico. Poetas canarios a García Lorca (Madrid, 2016); Últimas elegías a Miguel Hernández. Poetas desde Canarias (Madrid, 2017) y Machado en los campos de Canarias. Poetas canarios a Antonio Machado (Madrid, 2019).
Editor literario, dirige la colección de poesía El mar hace... (generacional) para Mercurio Editorial (Las Palmas-Madrid), de la que se han publicado diez libros; Paral[el]os [poesía], para Hamaquiaras-Cyperpress editorial (Canarias), de la que se han editado 8 libros; y coordina —con otros autores— la colección Biblioteca Carlos Ramos, dedicada al poeta de su generación y feligresía, Carlos Ramos, de la que se han editado 7 libros. Ha participado en congresos, festivales y encuentros literarios, y ha ofrecido lecturas y conferencias en España, Europa y África (Senegal), así como en varios países iberoamericanos: Argentina, Cuba, Chile, Ecuador, México, Puerto Rico y Uruguay.
«Europa» es un libro de aliento innumerable, sustentado a lo ancho de un proceso donde el tiempo ha enjaguado una ganancia de contención clave para la memoria. El poeta ha trazado, al margen de la distancia temporal, un recorrido vital durante los años de composición, donde el latido seminal de su poesía ha fijado su tensión en el tiempo, pues un ánimo idéntico atraviesa el recorrido vital de todo el poemario.
Al tiempo, larga, suite incompleta siempre, supone una travesía emocional por un conjunto de ciudades para las que el poeta mimetiza su lenguaje y se aviene al color de su apariencia, fuera esta real, necesaria o soñada involuntaria. Es, por tanto, concederemos, un libro urbano que aspira a decantar la vida otra, más propia de la ciudad recóndita y su conmoción especial que de la circunstancia del ser que la pervive o suscribe en una existencia anónima o ya esencial.
Al cerrar el libro, nunca dando por acabadas las lecturas diversas que su rango lírico propone, aflora la percepción de haber sobrevolado no las ciudades en sí sino el trasiego que de ellas resta, un rumor que las sobrevive, a la vuelta de un viaje sensorial y es ahí donde la memoria dispone el orden a lo que de vida las transmuta.
Jesús Melo