Soy Numiralda Del Valle, venezolana, licenciada en Educación, magíster en orientación de la conducta. Actualmente, resido en Canarias, España. Luego de mi reciente jubilación me pregunté: "¿Cuál será mi proyecto de vida ahora?". Muchos pensarán que a esta edad no se tiene un proyecto de vida. Por supuesto que sí, aún  nos queda un promedio de 20 años por delante. Además, cualquier edad es apta para aprender, plantearnos retos, tener ilusiones. 

Entre otras  actividades, decidí practicar  mi gran afición, la escritura creativa. Considero que es el medio idóneo para fomentar la imaginación, expresar sentimientos, generar pensamientos reflexivos. Particularmente, me encantan los microrrelatos por su capacidad de contar una historia de forma precisa y a la vez abierta a la interpretación del lector.  Algunos de mi autoría han sido publicados en diferentes antologías; debido a ello fui invitada a participar en este bonito e interesante proyecto.

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Se erige como un espíritu inquieto y soñador, de gustos insaciables y pensamientos fugaces. Abogada de profesión, cuenta con un máster y es peregrina en búsqueda de los misterios que yacen ocultos tras las palabras en los ratos libres. Cree en el arte de la observación, en el poder  de un abrazo en tiempos de crisis, y que los animales son mejores que las personas, hoy y desde siempre.

Desentrañar los secretos de diferentes lenguajes es otra de sus pasiones: el español no es su idioma nativo, es ciudadana del mundo y de lugar ninguno, y cree que haciendo lo que puede y diciendo, muchas veces, lo que no debe, puede lograr algo así como un sueño en vida, al menos durante ratos. A lo largo de su jornada ha cultivado un feraz jardín interior, donde las dudas son visitas insólitas, pero jamás la creatividad y la empatía. 

El estudio y la reflexión son necesidades más que propósitos, y en cada proyecto busca encontrar una oportunidad de diálogo con lo bucólico y partes oscuras (de sí misma, de otros y de la vida en general), ya sea a través de la escritura o del simple acto de compartir un café sin prisas con compañías que merecen la pena. Al final, a sus ojos todo lo que no albergue a una esperanza vaga e inquebrantable carece de razón.

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Soy María del Carmen Izquierdo Blázquez, actualmente vivo en Fuentesauco, soy HIJA DE LA CARIDAD. Por si no sabes qué significa, formo parte de una congregación religiosa que fundó SAN VICENTE DE PAUL  en FRANCIA en el siglo XVII y que nos dedicamos al cuidado de los pobres. Yo soy enfermera y en mi caso me dedico a la atención de los ancianos de una residencia, en la que vivo, otras se dedican a la atención de niños, enfermos, etc. 

Mi afición por la lectura viene de muy pequeña, siempre me ha gustado mucho. La de escribir comenzó hace unos años. Empecé a escribir diario personal y todavía no lo he dejado. Con la pandemia aproveché para escribir aquello que iba saliendo de mi corazón y que la mente me dictaba. Escribí varias cosas que solo he compartido con algún amigo, y que me han animado a seguir escribiendo. Para mí escribir supone momentos de relax, ejercitar la mente y, además, disfruto haciéndolo, aunque no lo haya publicado nunca porque creía que debia ser para mí y que a lo mejor no le iba a interesar a nadie, sobre todo a esas personas, como una editorial, que tienen ya tanta experiencia. 

Yo he vivido precisamente experiencias diversas durante toda mi vida, y ahora tengo 53 años y me abro a lo que la vida y Dios quieran mostrarme. Sí que tengo que decir que me hace feliz escribir. Y esta colaboración será una experiencia nueva para mí. Muchas gracias por esta oportunidad.

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