Nacida en Argentina en 1990 y viviendo en Galicia a partir de 2004, desde pequeña ha sentido pasión por la literatura: leyó todo lo que cayó en sus manos y se puso a escribir relatos (que es mejor que caigan en el olvido).

Ahora ya está totalmente consagrada a su vocación: además de haber sido ayudante de guión en el corto de terror “Babushka” en 2015 y en el videojuego “Rewrite It” en 2016, ha sido seleccionada en varios recopilatorios: “La Audiencia ha escrito un Crimen” (AXN, 2016), “Inspiraciones nocturnas” (Diversidad Literaria, 2017),  “Microterrores” (Diversidad Literaria, 2021), "Fuego y Esperanza" ("La nueva Fábrica de Lápices", 2023); y ha publicado una novela de fantasía oscura, “El Fulgor” (Ediciones Mouse, 2016. Azur Editorial, 2018).

Una fiesta.

Nueve amigas.

Una madre embarazada. Una familia reunida.

Todos los ingredientes para una fiesta llena de amor y alegría.

¿O no?

M Carmen García González escribe bajo el pseudónimo Teneca, un apodo de origen familiar muy antiguo. Es una palabra relacionada con la mujer del dialecto Tamazight. Teneca vive en

Las Islas Canarias, en Tenerife. Está Graduada en Relaciones Laborales y Recursos Humanos. Trabaja en Correos y Telégrafos.  Le entusiasma la historia, el misterio y la ficción. Siempre busca sorprender al lector,  moverlo dentro de una realidad evidente y llevarlo a una ficción realista. Autora de la novela Balansiya. El camino hacia los reinos y del cuento Mamá es magia. 

«Orgullo de ser amazigh y mujer»

Teneca Ж

Cruz de Veguera, es una historia que lleva al lector a una época dura y peligrosa, la Inquisición en Tenerife. Aunque su ubicación era en la isla de Gran Canaria, cuando había denuncias sobre el tema, se trasladaban al lugar. La cruz existe, es un patrimonio antiguo de la familia Veguera. Está situada en una pequeña capilla bajando el barranco de La Chaurera, en San Juan de La Rambla, Tenerife.

La autora Teneca, mezcla historia y ficción para crear un relato que dejará sin aliento al lector, pero con ganas de leer más.

Soy Silvia Escalante, nací en Sevilla en la primavera de 1994.

De pequeña mi madre siempre me contaba historias sobre brujas a la hora del almuerzo y, de esos pequeños relatos surgiría una curiosidad inminente por aprender a leer y meterme yo misma en el hábitat de los cuentos; era esa niña cuyo regalo favorito del mundo era un libro.

Actualmente estoy cursando mi último año de filología hispánica, carrera que sin ni siquiera haberme planteado estudiar se me presentó delante en forma de amiga y me animó a cursarla. A día de hoy le estaré siempre agradecida por haber despertado esta pasión latente por el mundo de las letras que vivía en mí.

Nunca me había planteado escribir historias y mucho menos publicarlas, pero el azar me trajo la oportunidad de participar en un concurso de microrrelatos y mordí el anzuelo, y tras ver mi primer cuentito publicado en esa antología me animé a seguir escribiendo. Ahora veo que se abre un nuevo camino y solo recorriéndolo podré saber qué depara el final.

Quedarse en el aire.

La voracidad del fuego.

Que te trague la tierra.

Lo que se esconde bajo el agua.

Cada elemento cobrará protagonismo en estos breves relatos. Aquí lo importante no son los personajes sino cómo el medio llega a apoderarse de ellos.

Nació en Alicante, en febrero de 1975. Desde temprana edad, sintió atracción por la literatura, escribiendo su primer cuento a los doce 

años. Esta pasión le llevó a cursar estudios de Filología Hispánica.

En la década de los 90, estrenó los entremeses “Vicente, el suicida” y “El verdugo”, con una 

compañía de teatro local.

En 1993, obtuvo el Premio Altazor de poesía, en su ciudad.

En la actualidad, publica semanalmente la novela por entregas “El Ordenanza”, en El Periódico de 

Villena.

Cinofobia

Lo recordaba menos viejo. Menos pálido. Eso sí, igual de distante. Y ahora he de quedarme en su casa casi una semana. ¡En fin!

No le voy a dar más vueltas. Estas cosas pasan y ya está. Lo peor es que el colchón huele a ácido y la habitación a humedad. Curioso cóctel. 

¡Vaya! En mitad de la nada, un perro ladra. 

Espero dormirme rápido. 

José Buil nace en Madrid en 1964, ciudad donde continúa residiendo.

Amante de la lectura, la música y las nuevas tecnologías, le llevan a ganar un segundo premio de poesía (aunque siempre ha preferido la prosa) en el año 1982, a cursar estudios informáticos y a trabajar como disc-jockey en diferentes locales de la capital durante los años de La Movida madrileña, lo que le llevó a codearse con los variopintos personajes que la poblaban.

Sus inicios como escritor comienzan con sus hijos, a los que escribía cuentos para dormir, cuentos que nunca llegaría a publicar. 

Su primer libro, Algunos Relatos y Otras Historias…, comprendía una serie de relatos y frases, escritos a lo largo de los últimos años y publicado en enero de 2018.

Ha sido finalista en el VI Concurso de Microrrelatos Científicos de la Fundación Aquae.  Algunos de sus relatos se han publicados en revistas literarias como Hoja en Blanco, Galeradas o Caminante. También tiene una página en Facebook y Twitter llamada Palabras Nocturnas, donde da forma a esos pensamientos concisos que, a veces, uno necesita leer.  De Mano en Mano, publicado recientemente, es su segundo libro en solitario, un libro más maduro y con historias más definidas.

Actualmente es vicepresidente de la Asociación Nacional de Escritores Amateurs, compaginando también su trabajo particular con la publicación de artículos para diferentes medios, publicando varios relatos en más de 15 libros de antologías de relatos, incluyendo el libro "Relatos Viajeros" publicado recientemente.

NÚMERO TRECE

«Terminó de apretar los restos de tierra alrededor de la nueva planta que había colocado de jazmín japonés, le gustaba esa especie, no daba demasiado olor, y las flores llenaban de colorido el verde que predominaba en ella. La regó con abundante agua, y después comprobó el resultado.

Estaba perfectamente alineada con las otras once que ya había plantado, bordeando el muro que rodeaba el jardín trasero de su chalet, y con la altura similar al resto, por lo que el crecimiento de ellas, sería casi uniforme en el tiempo. Aún tenía bastante sitio para seguir plantando, pero no siempre encontraba plantas del mismo tamaño que sirvieran para sus propósitos, y la búsqueda y el precio también eran un hándicap.

El sudor le corría por la frente, y la camiseta se le pegaba al pecho como una segunda piel, toda mojada, aunque ya estaba atardeciendo, el sol aún dejaba caer su soporífero calor de verano.

Se quitó los guantes, y entró en la casa. Se dirigió a la cocina, se preparó una bebida refrescante, para mitigar ese acaloramiento.

Un buen vaso ancho con hielo, un chorro de vermut blanco, una tónica fría, de las de siempre, había probado alguna de esas nuevas, pero no le acababan de refrescar igual, un toque de ginebra, para darle un poco de esa sequedad que mataba el dulzor del vermut y una rodaja de limón, medio exprimida.

Dio un buen sorbo, dejando que el frío de la bebida le recorriera desde la boca, y pasando por su garganta, le llegara al regulador térmico que todos tenemos en nuestro cuerpo. 

Notó un pequeño escalofrío de placer».

Jaime María Canivell Achabal nació un 7 de septiembre de 1964 en la ciudad de Sevilla, donde pasó su infancia y primera juventud. Tras ingresar en la Academia General del Aire a sus diecinueve años, inició un largo periplo militar que le llevó a vivir en lugares tan dispares como Murcia, Jerez, Madrid y Canarias, en territorio nacional, y Mozambique, Turquía, Bélgica e Italia en el plano internacional, trabajando para organizaciones internacionales como la ONU, la OTAN o la Unión Europea. 

Su gran interés por el conocimiento de la Historia le ha llevado a obtener un grado en dicha materia por la UNED, además de finalizar un máster en Historia militar en la misma universidad. Ávido lector y escritor, ha comenzado recientemente a plasmar lo aprendido en sus lecturas y experiencias poniéndolas negro sobre blanco.

PRÓXIMAMENTE...

Ya a la pronta edad de 6 años empezó a escribir pequeños cuentos, analizando la realidad que le rodeaba y le amenazaba.. Sufrió acoso escolar y la literatura le dio un mundo donde refugiarse. Desde entonces la lista de premios fue aumentando. Gracias a un profesor de secundaria llamado Manel, descubrió a H.P Lovecraft y desde entonces su mundo cambió. El horror cósmico se apoderó de su mente como un parásito y hasta hoy sigue escribiendo del tema buscando la perfección. Comenzó los estudios de filosofía pero el seguir una doctrina kantiana le hizo sentir un esclavo moderno y lo abandonó para caer en una gran depresión hasta descubrir  que sufre de trastorno límite de la personalidad.

EL MIEDO PRIMARIO

El miedo es muy relativo.

A mi, el autor de este relato, me criaron con unos miedos que me obsesionan aún hoy en día.

Estos te persiguen lentamente, si tú das un paso ellos dan otro, nunca te dejarán escapar.

El miedo al suicidio, a la muerte, a un Dios castigador y a la falta de amor, es lo que mueven al personaje en este relato.    

Nací en Jumilla (Murcia) el 19 de julio de 1982. Siendo en ese tiempo la mayor de dos hermanos cursé mis estudios de E.G.B en el C.E.I.P público Ntra. Sra. De la Asunción y tras ello terminé la E.S.O y el bachillerato de humanidades en el I.E.S. Arzobispo Lozano, ambos centros del mismo municipio. Tras ello conseguí el título de Auxiliar administrativo en la escuela de adultos y pronto empecé a trabajar como tal durante ocho años.

En el 2003 me casé a la edad de 21 años. De ahí nacieron mis cinco primeros hijos, Nuria

17, Antonio 16, Miguel 14, Irene 12 y Álvaro 11. Tuve cinco hijos en seis años y medio, de

ahí que tuviera que dejar mi trabajo para ocuparme únicamente a ellos.

En 2005 perdí repentinamente a mi hermano por culpa de un aneurisma y ello desencadenó un cambio drástico en la familia. Sufrí el divorcio de mis padres y tuve un nuevo hermano. Fue ahí donde empecé a escribir. Sentía la necesidad de contarle a mi hermano todo lo que no había podido vivir.

En 2017 me divorcié y al poco tiempo conocí a mi actual pareja. Él, a parte de darme a mI sexto hijo, Alejandro (3 años), se encargó de animarme a participar en concursos literarios.

De 2017 hasta el día de hoy me he presentado a casi todos los concursos a nivel local,

llegando a ganar varios. Entre ellos el I concurso de microrrelatos contra la violencia de género de Jumilla, en 2019. A nivel internacional he participado en el I certamenliterario de novela breve Ramón Gaya llegando a competir entre más de 600 autores. A nivel de redes "colaboro" en todas las páginas literarias que amablemente te animan a mandar tus relatos sin ánimo de lucro.

Totalmente autodidacta, mi modo de escritura principalmente se basa en crear relatos o

capítulos de un libro a raíz de que cualquier persona me diga tres palabras al azar. Con esta

técnica tengo escritas, no editadas, dos novelas breves (unas 100 páginas). Un trabajo un poco complicado ya que para cada capítulo se piden tres palabras a tres personas diferentes y nunca se le comenta de qué trata la novela. Nunca se piden las tres palabras siguientes hasta que el capítulo anterior está concluido.

PRÓXIMAMENTE...