Roberto Penas Mariño, abogado de formación, y escritor de vocación, nació en Vigo (Pontevedra) en mayo de 1965, en los años en que había tiempo para todo. Estudió en «los Maristas» —los que pasaron por allí lo sienten como algo propio— y su continuidad en el Compañía de María. En ellos aprendió los rudimentos del español, que no del gallego, eso vino después y con gran placer. Finalmente, estudió Derecho en la Facultad de Santiago de Compostela, por un sentido práctico de la vida que creyó vocacional, apartándole temporalmente del camino que le hacía feliz y discurría paralelo al suyo en el mundo asegurador (desde hace décadas en Allianz), nunca ha sido un trabajo de ocho a tres. Durante años miraba de reojo al mundo literario y se aventuraba por él en escaramuzas ocasionales (poesía y cuentos), hasta que ganó un premio, ¡una pluma estilográfica Montegrappa!, que sigue sobre su mesa de trabajo.
Tras ello, despertó definitivamente, se emocionó y gozó como un niño en el Obradoiro «Buscando as musas», de Francisco Castro. Algunos de los cuentos que leeréis en estas páginas nacieron en aquel taller tras la propuesta «tenéis cinco minutos». Después, vinieron cursos de comunicación, lenguaje periodístico, cine, mediometraje, CCC CineClubClandestino de Ana Schiuma, y muchas lecturas, escritos, recortes y tachones. Pero, sobre todo, aprendió una nueva forma de mirar, de ver la realidad, de buscar la inspiración para otro cuento, una poesía, una dedicatoria o un nuevo relato.
Siempre persiguiendo la belleza, la emoción y, a veces, la provocación para la reflexión. Este es su primer libro, al que «por fin pone tapas a lo mucho escrito».
«Sentir la vida. Humanos I» es una colección de relatos con un nexo común, un recorrido por las emociones de los seres humanos.
El amor, la tristeza, la sensación de libertad, el duelo, la muerte, la enfermedad, la naturaleza, lo artificial, el tiempo, la trascendencia. Todas esas experiencias forman parte de la vida, tal vez las que nos hacen únicos o, al menos, diferentes.
Sentirlas es llenar nuestra vida y darle sentido.