Soy Asistente Social, narradora y poeta autodidacta, madre de mellizos y enamorada de los clásicos desde pequeña.
Escribo gracias a la sensibilidad y el empeño del poeta-pintor que fue mi padre y al ejemplo de la gran lectora que fue mi madre. Lo hago en el aire, en el metro, en la madrugada... para tocar las cosas que no se pueden tocar más que alargando las palabras como si fueran dedos, sentir que emocionan con sus pequeños golpes de sangre. Sí, me gusta recorrer esos puentes indestructibles que se tejen letra a letra. Dejar historias tendidas al sol como sábanas blancas.
Los concursos literarios me ha permitido viajar y conocer gente con mis mismas pasiones, ese ha sido el mejor premio.
Escribo para que me quieran, para quererme, quizá sólo para que un día me recuerden.