Nacida en Noviembre de 1989, es una egabrense residente en Lucena (Córdoba). Casada y madre de dos hijas. Aficionada al cine, la interpretación y las mitologías egipcia, nórdica y griega. Ha trabajado la mayoría de su vida en la hostelería, profesión que compaginaba con una de sus pasiones: la escritura.

Comenzó a escribir a los catorce años para su propio disfrute y como vía de escape, dejando sus escritos bajo el cobijo de su intimidad. Fueron la madurez de los años y la satisfacción de las personas que pudieron leer lo poco que mostraba, las que la llevaron a tomar la determinación de compartir sus escritos participando en diversos concursos o a través de sus perfiles en Facebook e Instagram, conocida como Que no se las lleve el viento.

Tina se conocería como una escritora de brújula y visceral, guiada por sus emociones y su espontaneidad en todos sus trabajos.

María Teresa Vera López, nació un 26 de enero de 1966 en el seno de una familia andaluza, en Pinos Puente (Granada). Primera de seis hermanos, realizó sus estudios en el Colegio Nuestra Señora de la Presentación de Granada para posteriormente licenciarse en la Universidad de Granada, en la carrera de Derecho, en el año 1992. Rápidamente, comenzó su andadura en el mundo del ejercicio de la abogacía, colegiándose en noviembre de dicho año. Desde entonces, su mundo profesional ha girado en torno al ejercicio libre de su profesión.

Amante de las artes, desde pequeña, estudió música en el Conservatorio de Música de Granada, aprendiendo a tocar el piano. Aunque sus estudios universitarios le impidieron finalizar la carrera de música, cuya culminación espera realizar una vez se jubile.

Esposa y madre de una hija, siempre ha tenido pasión por la lectura heredada de su padre, Antonio, que era un gran lector y amante de la cultura, acompañada esta afición por su marido e inculcada por ambos a su hija, que a día de hoy le encanta leer. 

Aún recuerda con cariño la primera vez que fue con su madre a una librería para elegir el libro que quería leer a la edad de los 10 años. La elección fue un libro del Cid Capeador adaptado a niños. De ahí a la actualidad, no ha dejado de leer ni de imaginarse escribiendo un libro, historias familiares, historias imaginativas, de fantasía, históricas. En el colegio, sus redacciones para la asignatura de lengua era una forma de desarrollar su pasión por las letras, se sentaba delante de un cuadro de la casa familiar, lo miraba y en su cabeza surgían diversas historias, personajes que caminaban por las veredas del bosque, el frío del agua que corría a su través. Aunque su andadura en este duro pero apasionante mundo de la literatura acaba de empezar, espera que sea fructífero y guste a los lectores. 

El aguileño Pedro Giménez, nació el 25 de agosto de 1990. Tiene 32 años. Es una persona muy creativa. En el mundo del arte es una persona autodidacta. Creando maquetas cofrades, cúpulas de fantasía, bebés reborn, etc.

Sorprendiendo a todos con la publicación de su primer libro, homenaje póstumo a su tío recientemente fallecido. Un libro cuyo titulo es “Eternidad, poemas de duelo”. Justo eso es lo que él quiere, hacer a su tío eterno. Porque nunca se va quien se recuerda, y Pedro Giménez lo recuerda con el corazón. 

Para Pedro Giménez, poder escribir, es como su medicina.  Es abrirse en canal y expresar los sentimientos al máximo.

Es su forma de vida.

Para que me conozcas un poco más, simplemente decirte que nací en Madrid, aunque me crie en Pollos, una pequeña localidad de Valladolid, y allí crecí, con la más sana educación popular, rodeada de mis padres, mis tres hermanos y un montón de primos, etapa en la que creé unos vínculos de amistad verdadera que permanecen conmigo a día de hoy. En una palabra, crecí FELIZ. Mi niñez, juventud, mi primer amor… todo lo viví a flor de piel.

Estudié empresariales en Valladolid y, más adelante, me formé como técnico superior en prevención de riesgos laborales en una universidad de Madrid. Tengo, de momento, un trabajo estable y estoy bien.

Mi vida es plena desde que fui madre. Mis hijos son mi vida y hasta el final de la misma mi verdadero sentido; a los que agradeceré siempre el haberme convertido en la madre más feliz del mundo. Solo pido poder acompañarlos en su viaje, al menos, hasta que me puedan necesitar.

Mi gran pasión la estás viendo ya: voilá, ¡escribir! Y, como tal, tengo publicados trocitos en distintas antologías de Diversidad Literaria, Letras con Arte, publicaciones en radios locales y otras asociaciones. Mi único objetivo con mis palabras es poder legar a mis seres queridos algo a lo que recurrir cuando tengan frío.

Si quieres descubrirme un poquito más, asómate a mi relato y lo lograrás.

Mi nombre es Julián y hace relativamente poco que he comenzado esta fascinante andadura por la escritura y su maravillo laberinto de emociones. Poseo un mezcla que me hace diferente, pues el hecho de nacer cerca del mar y después crecer en el interior ha creado unas inquietudes literarias incontrolables. Las letras se divierten en mi cerebro y han puesto picante a mi vida. Mi primer trabajo, Un mundo de aventuras, tiene tintes infantiles, pero eso solo es para el que cierra la puerta a la fantasía de su interior. Creo que es una obra para soñar y encontrar los valores que nos hacen madurar.

Mi trabajo profesional está en el lado opuesto, la informática. Mundos que no comparten mucho en común, pero que de una manera casual han conectado. Desde pequeño, he creado historias moldeando escenarios en los que vivir con la imaginación. Por ese motivo, los libros fueron y son una vía de escape. Y un buen día decidí compartir lo que llevaba dentro: me senté delante de un escritorio y surgió la magia.

He participado en concursos literarios, jugueteado con relatos y he escrito infinidad de textos, solo por diversión. Suelo publicar, cuando el tiempo me lo permite, en un periódico digital de Ciudad Real. He aprendido que todos los días puedes crecer en tu forma de expresarte y así llegar mejor a las personas que se aventuran a dedicar su tiempo a tus textos.

En el reto actual: he recopilado relatos y cuentos, que llevan implícitos las cosas triviales que nos suceden, otros son solo fantasía con un mensaje de ilusión y esperanza. Y algunos llegan a rozar la magia de la niñez, con destellos que solo la imaginación de esa edad te permite. Creo que es un paseo por las emociones humanas: angustia, dolor, amor, tristeza, pasión, anhelos... que nos acompañan desde que nacemos. Todo el mundo tiene un hueco entre las páginas de Un instante antes del alba. Son cuarenta y nueve arañazos sobre la piel, que espero que entretengan y a la vez dejen aflorar sonrisas y algunas preguntas interiores. Tan sencillo como elegir uno y desconectar.

Firmo algunos de mis trabajos con el lema: “Sin palabras mudas”, ya que creo que cada cosa que decimos debería dejarse oír. Facebook me permite dejar en libertad mis sentimientos, y allí también reside una parte de mí.

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Nila López Escofet (16 de diciembre de 1985, Vilanova i la Geltrú, Catalunya). Aunque la familia de la autora es originaria de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), su vida ha transcurrido principalmente en Reus (Tarragona). Nila es la mayor de dos hermanos. Estudió hasta los diecisiete años en el Colegio La Salle Reus.

Durante su adolescencia, inició los estudios de guitarra clásica en el Conservatorio de Música de Vila-seca (Tarragona). En 2006, empezó la diplomatura de Magisterio musical en la Universitat Rovira i Virgili (Tarragona), pero comprobó durante las prácticas que no tenía vocación para enseñar a niños y, en 2009, decidió formarse en el ámbito de la administración en la Escola Universitària Formatic Barcelona (Barcelona). 

Nila, desde muy temprana edad, ha mostrado un gran interés por el arte. Desde su niñez, ha potenciado su faceta artística formándose en diferentes ámbitos, como la escritura, el teatro, la ilustración o la música. Además de los estudios musicales, ha realizado varios cursos de creación literaria, talleres de escritura de relatos, así como también ha recibido formación como cuentacuentos. 

Desde 2019, trabaja en una administración de fincas, ocupación que compagina con los estudios musicales y de creación literaria. Está centrada en desarrollar “PROYECTOS CREATIVOS INTEGRALES”, es decir, actividades que combinan el arte de la escritura, el teatro y la música.