Nacido en una familia jienense (La Carolina y Abulense), Juan Diego siempre quiso contar historias. De hecho, era conocido entre sus familiares como «el contador de historias».
Es cronista desde sus tiempos en los grupos de su mentor, Máximo Puerta, a quien admira y recuerda, esté en el cielo o en el alma gemela de algún ser como él, y ha participado en varios certámenes de poesía y colaborado en revistas de prosa y psicología.
Ha querido contar esta historia y, aunque segundas partes nunca fueron buenas, amenaza con una segunda,
La historia de dos sombreros, que pronto tendréis en vuestro poder.
Javier ha cambiado de apellido hace unos meses y no le ha ido mal, incluso sus compromisos administrativos han sido favorables gracias a la supervisión de su asesora, Deyanira. Sin embargo, la diosa de la fortuna pronto hará que Javier se vea obligado a cambiar su nombre completo y marcharse de su país natal.
Con un nuevo destino, tratará de inmortalizar su historia por escrito, pues los recuerdos de la retina son los únicos que no se pueden olvidar, igual que su amor por Tessa. No obstante, pronto su historia se verá eclipsada por la de sus abuelos, Emilio y Martina, que quedará escrita para dejar hueco a otras en la mochila de su «manual».
Mientras escribe, intentará olvidar a Tessa, aunque sabe que no volverá a querer a nadie como a ella.