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(Segunda parte de "Del estado de alarma, a un estado de calma")
Naiara Del Pino Sosa
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Aparentemente, todo volvía a la normalidad. Sin embargo, la realidad era otra.
El famoso virus que hizo que un año antes, tuviéramos que modificar nuestras formas de vida, de comunicarnos y de disfrutar, continuaba entre nosotros. Pero muchas personas, no eran conscientes de ello.
Sofía, una joven aventurera y apasionada de la lectura, enamorada de la vida, con ansias de gozar y vivir el día a día, con ilusión y esperanza, era una de ellas.
Sus padres, alertados por la “situación de alerta” que aún invadía nuestra sociedad, a pesar de que el Gobierno había dado por finalizada la misma, constantemente se lo recordaban. Pero Sofía, bajo su juventud, confianza y plenitud, no atendía a esos argumentos que, día a día, escuchaba.
Pero la vida, tan inteligente y tan sabia, le dio otra oportunidad. Una oportunidad surgida de un sueño, en el que pudo visualizar a su gran amor.
Una relación caracterizada por la pasión, la ilusión, el desamor, la magia, la reconciliación y la maternidad.
Un amor, en el que el conocido “atrapasueños” jugó un papel fundamental.
Una historia que nos ayudará a valorar los momentos más importantes de la vida y a ser conscientes de la realidad que, en muchas ocasiones, la queremos ignorar.
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¡NO TE QUEDES SIN TU EJEMPLAR!
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Sobre la autora:
“Del Estado de Alarma a un estado de calma”. Reflexiones, de la libertad al confinamiento, ha sido su primera obra, primera parte de “La sombra del amor”. El sueño que nos unió.
Una obra surgida de la ilusión, de la esperanza y de la sorpresa. Una sorpresa recibida por parte de todas y todos los lectores, quienes han confiado en ella y la han impulsado a continuar escribiendo, dándole vida a la obra que tienen en sus manos.
En la actualidad, trabaja como Técnico de Emprendimiento, en la Fundación Universitaria de Las Palmas, y en su tiempo libre, además de disfrutar con sus dos pequeñas, Laura y María, lo dedica a escribir y a pintar. Apasionada por todo lo que hace, inquieta y emprendedora.
En muchas de las actividades a las que se ha dedicado, ha sido autodidacta, a pesar de contar con la Licenciatura en Criminología y la Diplomatura en Relaciones Laborales, con formación complementaria en recursos humanos y mediación familiar.
Recientemente, ha vinculado el Arte con el Emprendimiento, compartiéndolo desde el punto de vista formativo, con los emprendedores y empresarios a los que acompaña.
En este momento se encuentra, trabajando en su siguiente obra.
Hoy, 13 de marzo, una vez más, no pude reprimir derramar lágrimas.
Lágrimas nacidas de la impotencia, el enfado, la decepción, la incomprensión y de muchos por qué sin responder.
Hace dos años, se comenzó a hablar de una guerra sin armas, silenciosa y "caprichosa".
Hoy, se habla de una guerra violenta, ruidosa, provocada por el ser humano, movida por egos, inseguridades y ansias de poder.
Bombardeos, refugiados, miedos, huídas, acogimientos y muchas palabras más, que en este momento, suenan en nuestras cabezas.
Unos, lograrán escapar y llegar a un lugar que no es su hogar pero que a partir de este momento, sí lo será. Sobre todo, porque donde quiera que estén para volver a comenzar, encontrarán mucho cariño, protección y bienestar.
Sin embargo, otros, se quedarán en el camino. Quizás, porque así el destino se los marcó, o porque por ayudar a otros, aún arriesgando sus vidas, prefirieron tentar a la suerte y olvidarse de sus ilusiones y objetivos que, probablemente, les quedaban por alcanzar.
Todo esto que está sucediendo, además de ser muy triste, es decepcionante. Pero más triste es aún, que cuando todo esto acabe, muchos de estos "líderes" se darán la mano, como si aquí nada hubiese pasado.
Mientras muchas personas se quedaron esperando por sus seres queridos: la esposa por su marido, que luchó incansablemente; los hijos que huyeron con su madre, con los ojos brillando por las lágrimas, dejando a su padre en una inquietante incertidumbre; la señora de pelo cano, asustada y con su cara arrugada, mirando el teléfono día tras día, a ver si sonaba.
Por todo ello, Laura, María y yo decidimos hacer este avión de papel, como si de un mensaje en una botella se tratara. Deseando que llegue a esos países liderados por personas sin consciencia, valores ni capacidad de dar y recibir el amor, que todos necesitamos.
MUJER, unos días, puedes desprender una luz más clara, quizás, otros, una luz más oscura.
Pero recuerda siempre, todas ellas que compartes con los demás de forma incondicional y con sinceridad, son el reflejo de tus sentimientos, emociones, vivencias y experiencias.
Ocho de marzo, Día de la Mujer, normalmente representado por el color violeta.
Pero tú, independientemente del color que tengas y desprendas ese día, continúas siendo ese gran SER único, irrepetible, especial y fundamental, como el aire que necesitamos para respirar .
MUJER, MADRE, HIJA, NIÑA.
Sí, TÚ, MUJER, recuerda que la felicidad FLORECE dentro de ti.
Sólo depende de ti regarte cada día, mimarte, amarte, permitirte…
Nadie tiene ni tendrá el poder ni el derecho de decidir por ti. De pretender que hagas o no hagas esto o aquello, de decirte que vengas o que vayas, de hacerte creer que tú sola no puedes ser feliz, ni capaz de alcanzar tus sueños, ilusiones, metas y proyectos.
Así que MUJER, no solo hoy, ocho de marzo, sino cada día del año, regálate tiempo, regálate todo aquello que desees o te haga ilusión.
Mímate, permítete y disfrútate.
Haz en cada momento lo que te plazca, lucha por todo lo que creas, principalmente por ti.
Y no permitas que nadie te diga «tú no puedes», porque si realmente lo quieres y te visualizas con ello, tarde o temprano tuyo será y así, lo disfrutarás.
Texto publicado en:
https://nortegrancanaria.com/2022/tu-mujer-que-siempre-desprendes-luz-nunca-olvides-que-la-felicidad-florece-dentro-de-ti/
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