Nací en Madrid, en enero de 1974. Lector voraz durante la niñez y la adolescencia.
Mi autor favorito siempre ha sido Alberto Vázquez Figueroa.
Estudié filología inglesa en la Universidad Autónoma de Madrid y no me lancé a escribir hasta ya cumplidos los 20, a raíz de participar en un curso de escritura creativa que acabó con la publicación de mi primer relato, presentado en la FNAC. Eso me animó a seguir escribiendo y me llevó a un segundo curso, más avanzado, y a un nuevo relato publicado, esta vez con una emotiva presentación en la sala Clamores de Madrid.
Tras años de mucha ilusión y tiempo para dedicarme a ello, llegaron las obligaciones de adulto que me llevaron a un largo periodo de escasa (o nula) actividad literaria.
Retomé la pasión por escribir allá por 2014. Me ayudó mucho a esforzarme por hacerlo con más frecuencia la participación, con cierto éxito, en distintos concursos.
Resulté finalista en el III concurso de LETRASCONARTE de cuentos eróticos en 2018 y 2º premio en el certamen “Cartas de amor” de COVIBAR en Rivas, en 2020.
También publiqué, junto a la ilustradora Victoria Galazo, el cuento infantil “Muuuak: el sonido del amor”. Un divertido manual para padres que forma parte del regalo institucional que otorga el Ayuntamiento de Coslada a los recién nacidos desde 2016 y del que estoy especialmente orgulloso (a estas alturas disfrutan de él más de 3.000 familias).
Tengo, además, una docena de cuentos publicados en diversas antologías.
La más destacada es “Huesos de arena”, con siete relatos de terror, proyecto que me llevó a conocer y confiar en Diversidad Literaria.
Este es, sin duda, el proyecto de mi vida, literariamente hablando. Mi primera novela que me ha llevado años acabar y que, gracias a la oportunidad que me ha dado la editorial, ha terminado por ver la luz.
Manolo y Pedro son primos, viven en un pequeño pueblo castellano y forman parte del modesto equipo de fútbol de la localidad.
Con el club atravesando dificultades, un paisano que acaba de volver del extranjero, trata de salvarlo. Para ello, le ayudará un grupo de forasteros que se instala en la villa.
Como esto coincide con una serie de extrañas desapariciones, los primos sospechan de los recién llegados. Inician sus pesquisas ayudados por Sagrario, la novia de Manolo, lo que les llevará a descubrir un extraordinario secreto.