Pero este síndrome afecta a más personas, y más ahora donde cada vez salen más profesiones que se relacionan con la creatividad, como por ejemplo los diseñadores gráficos. También los empresarios sufren del “síndrome de la página en blanco”, porque en este mundo de constante transformación tienen que seguir evolucionando sus empresas y crear nuevos modelos o ideas de negocio, por lo que muchas personas, a parte de los escritores, saben lo que es sentarse por primera vez delante de un documento Word y no saber ni por dónde empezar.

¿Cómo eliminar este bloqueo? Os vamos a comentar diferentes acciones que pueden ayudar a superar este fenómeno, pero, desgraciadamente, no hay nada probado científicamente ni 100% efectivo. Algunas acciones ayudan a unas personas y a otras no, al final todo depende de cada uno.

1. Cambia ciertos hábitos. 

A lo mejor estás acostumbrado a desarrollar tus ideas sentado en el sofá, prueba entonces a sentarte en un escritorio. O a lo mejor te enfrentas a la página en blanco desde tu oficina, pues probemos a hacerlo desde casa o a hacer otra ruta para ir al trabajo. La cuestión es cambiar parte de la rutina.

2. Oblígate a hacer una pausa. 

Descansar es fundamental, por lo que un gran consejo es tener marcados durante el día, o durante el tiempo que te expones al Word, ciertos descansos para desconectar y pararte a observar tu alrededor, salir a dar una vuelta, quedar con amigos… Lo que sea, pero descansa y ya cuando estés preparado vuelve a sentarte delante del ordenador.

Es muy recomendable, cuando tienes que desarrollar una idea, estar concentrado al 100%. Esto no se puede hacer si se está pendiente del móvil o de la televisión, por lo que mejor desconecta esos aparatos. Si tus vecinos son muy ruidosos o están haciendo obras y te molestan los ruidos, a lo mejor lo ideal sería salir de casa e ir a alguna cafetería o biblioteca donde sí puedas aislarte sin estar pendiente del resto de personas o ruidos.

Muchas veces, cuando nos enfrentamos a este problema, lo que hace que se extienda en el tiempo es que no tenemos fechas de entrega, por lo que no existe esa presión que hace que la gran mayoría de personas rindan. Establece fechas de entregas y cúmplelas, por lo menos empezarás a escribir y a desarrollar las ideas, ya habrá tiempo de cambiarlo todo si finalmente no te gusta cómo se ha planteado, pero lo principal es empezar.

No te bloquees ante la aparición de una idea que no sabes exactamente cómo completar. Sigue escribiendo, incluso si no se te ocurre la primera frase, ya que esta surgirá más tarde de forma natural.