Por norma general, los amantes de los libros siempre tienen estanterías repletas de libros y tienen problemas para colocar las nuevas adquisiciones. Con los e-books, esto no pasa, ya que todos los libros se almacenan en el mismo dispositivo.

Cada uno puede modificar, a su gusto, el tamaño de la letra, la intensidad del dispositivo y muchas cosas más.

Una gran ventaja de estos frente a los libros tradicionales es que en tu dispositivo electrónico puedes llevar todos los libros que quieras, mientras que llevar más de dos o tres libros físicos es algo complicado y poco práctico.

La publicación de libros tradicional ha estado también bajo las presiones económicas, por lo que muchos editores han reducido y limitado el número de autores y temas a aquellos que permitieran una ganancia segura. Con los libros electrónicos, disminuye esa presión y los editores pueden trabajar con un mayor número de autores y en una amplia variedad de temas.

El libro tradicional puede ser leído por prácticamente cualquier persona, pero para estos nuevos libros digitales se necesita conocer, al menos un poco, de tecnología, por lo menos para saber comprar el libro que quieres leer.

Se pierde la magia de ir a la presentación o firma de un libro de algún autor que te guste y que te haga una firma, o incluso una dedicatoria, en tu libro..

Aunque estos nuevos libros digitales son creados a partir de la nueva tecnología de tinta electrónica, al fin y al cabo se está leyendo a través de una pantalla, y eso es más perjudicial y provoca más cansancio a la vista que un libro tradicional.

Esto es más un problema para editores y escritores que para los lectores, ya que ahora es mucho más fácil conseguir un libro de un escritor mediante internet, sin necesidad de comprarlo.

Una característica (y personalmente una tremenda desventaja frente a los libros tradicionales) es que los libros digitales pierden el tacto y el olor al papel que tanto caracteriza a las buenas lecturas.