Lilly es una mujer mayor cuya rutina diaria la lleva a un banco en una plaza central, donde observa a los transeúntes y reflexiona sobre sus vidas. Su presencia impacta a cuatro personas con vidas aparentemente desconectadas: Rosana, una trabajadora cansada de la monotonía; Tania, una joven que enfrenta inseguridades; Nacho, un estudiante atrapado en sus propias expectativas, y Estela, una mujer exitosa pero emocionalmente distante. A través de encuentros casuales y sueños perturbadores que los vinculan a un trágico desenlace, los personajes enfrentan sus miedos y aprenden a valorar la empatía y la conexión humana. Lilly, con habilidades casi místicas para observar y unir almas, los guía hacia un cambio en sus perspectivas y prioridades. Temas como la soledad y el impacto de las pequeñas acciones invitan al lector a mirar más allá de lo superficial y a encontrar significado en las conexiones humanas.