Siempre que nos imaginamos una princesa, siempre se nos viene a la mente la imagen de una joven de cabellos largos y vestidos pomposos, que espera ser rescatada por un príncipe encantador, a caballo y con espada en mano.

Con estas historias que aquí presento, he querido dejar de lado esos estereotipos, que no tienen nada de malo, pero que existen otras princesas y príncipes maravillosos que también merecen su propio cuento.