Isabel Asaba nació en Madrid a principios de un otoño que se avecinaba frío. Una libra desequilibrada en busca de su equilibrio constante, soñadora e inquieta.
Le gusta que le llamen Isabela. Es escritora, divorciada, casi cincuentona, chófer por necesidad, vendedora, bruja y sibarita por vocación, esto último lo heredó de su abuela, que no conoció pero sí siente. Algo arrogante, osada, maniática, cambiante, tarotista y muy buena gente.
Novelista dentro del armario, poetisa en momentos amargos, donde plasmar intensamente la vida. La suya o la de los demás.
Atrevida, suelta por el mundo aprovechando todas las oportunidades que le da la vida.
Instagram: isabelasaba.relateando
Son las cinco de la mañana. Hoy, miro la luna y la respiro como ritual para empezar. Abro la puerta, comienza mi día.. Juanito abre la puerta decidido a quedarse. Nosotros, como si fuéramos un grupo de terapia, lo acogemos amistosamente.
Ejecutivos preparan estrategias para su próxima reunión. Guiris suben perdidos esperando que les ayudes a encontrarse. Un chico grita «¡Libertad!» a pleno pulmón abriendo la ventanilla, haciéndome cómplice de su felicidad.
Unas vecinas se hacen íntimas por culpa de unas macetas artesanas. Una chef asesina va a juicio. Gente pasea encapuchada por las aceras…
Yo respiro, hago pausa entre paisajes verdes y edificios elegantes. Escucho a cada uno de ellos, a veces me escuchan ellos a mí y otras prometo escucharme más.
Lo tengo claro, hoy será un día sobre ruedas.