El cielo de los débiles nace de una necesidad de denuncia y catarsis personal, desde lo más profundo, para visualizar a todos aquellos que formamos parte de un mismo cielo, el de aquellos que sufren ante las desigualdades sociales, pérdidas personales…, mostrando la complejidad de los seres humanos y el mundo en que nos ha tocado vivir, a diferencia de ese otro cielo protector en el que viven poderosos e insensibles.

Este libro, desde su unidad, no deja de ser un fluir de sentimientos complejos y opuestos que nos llevan desde el dolor, la tristeza, el sufrimiento, el odio…, a la nostalgia, la alegría, el amor, la esperanza o el delirio, porque todo cabe en uno mismo y en este mismo cielo del que formamos parte. Esta amalgama de sensaciones forma parte de nuestra seña de identidad, como una huella dactilar única en la que, sin embargo, todos nos sentimos identificados.